El proyecto integral incorpora el primer piso subterráneo como un centro médico que se abre hacia la calle principal, aprovechando la luz natural del Norte y el Poniente. Para ello, se diseñaron dos grandes ventanas que recorren tres pisos completos. Una de ellas baña de luz los locales comerciales, mientras que la otra marca claramente, desde el exterior, el eje de circulación vertical.