El escenario de este proyecto es un desierto seco, agreste, y barrido por el viento, que se encuentra con el mar en uno de los primeros asentamientos humanos de América Latina. Dos volúmenes aparecen como protagonistas en el proyecto. El primero ligeramente elevado en una primera plata donde se alinean los recintos volcados hacia el horizonte marítimo, y el segundo proyectándose como lo haría un muelle frente al mar y buscando las mejores vistas.